Cuenta la leyenda que un joven caballero salvó a una princesita de las garras de un malvado dragón, clavándole la espada en su corazón. De la sangre que desprendía se formó un rosal y el apuesto caballero se arrodilló, eligió la rosa más bonita y se la entregó a la princesa. El Rey quiso agradecer al caballero su valentía y le ofreció la mano de su apreciada hija (cosas del pasado...), pero el joven siguió su camino y no miró hacia atrás.
Si yo continuase esta leyenda, me imaginaría que la princesita no quiso dejar escapar a su salvador y corrió tras él para ofrecerle uno de sus más preciados manjares. Ella sabía que acabaría conquistándole por el estómago al brindarle con estas cookies de Sant Jordi (casualmente Jordi es como se llamaba el chico).
Mmmhhhh... - exclamó el joven - jamás había probado tal delicia! La sonrisa de la princesa demostraba que había conquistado al caballero y sabía que desde entonces no se separarían el resto de sus vidas.
Y tú? Cómo conquistarías a tu príncipe azul?
Si sigues esta receta...seguramente consigas que no quiera dejarte escapar! :)
Si yo continuase esta leyenda, me imaginaría que la princesita no quiso dejar escapar a su salvador y corrió tras él para ofrecerle uno de sus más preciados manjares. Ella sabía que acabaría conquistándole por el estómago al brindarle con estas cookies de Sant Jordi (casualmente Jordi es como se llamaba el chico).
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