Por fin llegó un fin de semana en el campo, en casa de mis padres. Lo necesitaba como agua de mayo. Quería volver a sentir la relajación, oler a rosa, tocar el rocío de la mañana, cruzar un campo de amapolas, apreciar la brisa rozando mi piel y olvidarme de la prisa. Necesitaba descubrir la naturaleza y que ella me descubra a mí. La vida en el campo es otra. Los huevos que recogí bajo el culito de una de las gallinas del corral de mis padres me sirvieron para hacer un flan campero junto a mi madre. Qué curioso! en mi pisito de Barcelona hubiese sido inimaginable todo este proceso. Gracias a los ingredientes tan naturales que utilizamos y el amor que le pusimos al hacerlo, nos salió un flan riquísimo.
El color de este flan no es un retoque de photoshop, es naturalmente así.
El color de este flan no es un retoque de photoshop, es naturalmente así.
La receta que traigo hoy es facilísima y está buenísima. Eso sí, utiliza ingredientes ecológicos, se nota la diferencia ;)
*Receta de Catalina López, mi mamá :)